jueves, 19 de abril de 2012

FARICEOS.

Alguna vez has visto bailar a los Fariseos?

       En sonora, sobre todo en lugares como Hermosillo, Obregón, Guaymas y Pueblos cercanos a estos lugares, es muy común ver a los tradicionales Fariseos; Personas danzantes que caminan de forma errante hasta lograr su objetivo, vestidos de forma poco común y que recuerda que las clases humildes en los antepasados de origen indio, las pieles y sobre todo, la poca indumentaria, pues por lo general, solo traen un taparrabos y un poco de piel adicional que simula una especie de falda, sin nada en el torso ni pecho, con la cara cubierta con una mascara para tapar el rostro que hasta ese momento, solo su familia identifica con el rostro que deja ver la mascara, que también esta hecha de piel, principal mente de venado o vaca, con figuras un poco tétricas o de un tono terrorífico.

Esos errantes amigos, caminan de su hogar hasta lograr llegar a su destino, que suele ser una iglesia o catedral de algún pueblo en donde normalmente asisten cotidiana mente, ellos, lo fariseos, son personas que a decir de los demás habitantes de los diferentes pueblos, están en ofrecimiento de algún tipo de manda, desde pedir que un hijo o ser amado salga de algún padecimiento, hasta que sus tierras logran llegar a buen termino sus cosechas, la cantidad de peticiones es inmensa, de ahí mi idea de no amplificar mucho, ellos, recorren las ciudades o puebles que queden de camino en el andar de los 40 días de semana santa, asustando niños y alegrando a los jóvenes, son poseedores de una peculiar danza, que acompañados de un tambor sencillo de cubierta de cuero, y con los pies rodeados o forrados de cascabeles, que originalmente, en la raza Yaqui (a la cual pertenezco) se forraban los pies con las pezuñas de los venados, las partían a la mitad, introducían un grano o varios y los cerraban, haciendo una especia de cascabel, poco a poco, se perdió un poco esto y también las hacen con capullos, lo importante es que se haga ruido al bailar.

Durante los 40 días de la cuaresma, ellos no se retiran su mascara solo para comer y beber, soportan las altas temperaturas y en escasa ocasiones tienen el privilegio de bañarse, parecería muy poco higiénico, pero recuerden, es una manda, culminada la semana santa, llegando al pueblo, realizan una seria de caminatas y procesiones, hasta que terminan el sábado de gloria con los asotes de los fariseos, por si fuera poco no? en la noche del sábado, se reunen y entre ellos, retiran y purifican el cuero que por 40 días, sostuvo su identidad separada de las tentaciones mundanas, las mascaras son quemadas en una gran ceremonia y culmina todo esto con una gran fiesta, en donde entre tantas cosas, regresan a sus hogares con su familia para un festín alimenticio, por cierto, los Yaquis, hacen unas magnificas tortillas sobaqueras, mmmmmm.

De algún modo, creo que todos realizamos una especie de procesión enmascarados, lo tristes, es que muchos de nosotros nos acostumbramos tanto a vivir tras ese disfraz, que olvidamos quienes somos realmente, te exhorto a que quites tu mascara, quemes toda tu impureza y vuelvas a ser tu, veraz, que así seras aun mas feliz, pues tendrás a la gente que realmente quiera estar a tu lado.

Te deseo una gran semana.

2 comentarios:

  1. Eso es cierto. Hay veces que nos acostumbramos tanto a llevar esa mascara, que andamos infelices por la vida sin recordar tan siquiera porque lo hacemos. Nos reprimimos tanto tras ella, que se nos olvida lo fantástico que era vivir sin llevarla puesta.

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    1. Hola Sasha, me encanta el comentario, creo que tendremos que buscar muy detenidamente, como recuperar lo fantastico, Gracias.

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